Me siento muy cómodo en la oscuridad de mi habitación, hace media hora que el despertador sonó pero hoy no salto de la cama con ganas de comerme el mundo. Levanto las sábanas y al fondo allí está mi pie, estoy cabreado con él, anoche no me dejo prácticamente dormir. Me quedo pensando mientras lo muevo arriba y abajo, solamente ese gesto me molesta sin embargo ayer, tras pisar ese maldito bordillo y gritar de dolor, intenté terminar los últimos 12km de una media maratón, el dolor era insoportable pero me resignaba a que la mala fortuna me hiciera abandonar, finalmente solo pude aguantar10 minutos cojeando y sufriendo a un ritmo de 3´29 el km por no descolgarme de un grupo perfecto. Hasta ese momento las sensaciones eran increíbles, iba lanzado hacía mi objetivo, las últimas semanas habían sido muy duras, pero mi autoexigencia en cada entrenamiento merecía la pena, me encontraba mejor que nunca y volaba donde a mi más me gusta volar, en mi propio pueblo, con mi gente, con el apoyo de los míos.
No me apetece nada levantarme, sigo pensando en mi mala fortuna mientras observo que unos rayos de sol asoman por debajo de mi persiana, “es curioso” pienso, representan el paralelismo de mi situación, incluso de la vida misma, cuando menos te lo esperas te golpea pero siempre hay esperanza. Y por fin empiezo a relativizar y decido dejar de quejarme. Me pongo de pie y al abrir la persiana el mar y un sol increíble me hacen sentir de nuevo afortunado y sacar mi “yo” más optimista.

El deporte y la vida tienen dos caras de la misma moneda, hay una muy bonita pero hay otra, que tarde o temprano, sin previo aviso, te golpeará duro y tu actitud será determinante. Las adversidades te ponen a prueba, son un peaje que estamos obligados a pagar para alcanzar grandes sueños. Los que aprenden a encajar los golpes, los que siguen luchando pase lo que pase son los que consiguen todo lo que se proponen. Cuando todo se complica podemos quedarnos cómodamente en la cama lamentándonos por lo que pudo ser y no ha sido o podemos seguir apostando por nosotros y pelear con más fuerza y determinación. Yo elijo ahora mismo no doblegarme, tengo aún muchos sueños que cumplir.

Octavio Pérez
Octavio Pérez

Preparador Físico. Ldo. en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Especialista en Alto Rendimiento.
Autor de la «Preparación en el Corredor de Montaña» y de «Mis Primeras Zancadas»

Colaborador-experto del programa “A la Carrera de La 2 de TVE” Conferenciante y docente en Alto Rendimiento.

Creador de OP Training Platform, aplicación a la vanguardia de innovadores sistemas de trabajo en ciencias del entrenamiento. Director en «1000km contra la leucemia» y fundador de «Apadrina un Sedentario»
Campeón del mundo máster 800m.

¿Te gustaría que fuera tu preparador físico? ¿Te gustaría alcanzar la máxima nota posible en las pruebas físicas? Contáctame para saber más.