Myriam tan sólo llevaba 10Km cuando se le pasó por la mente abandonar, su estómago le gritaba que parara, unos fuertes problemas digestivos la habían debilitado extremadamente. No podía correr a ritmo, se encontraba sin fuerzas, cada metro ascendido era una muralla, sus rivales se alejaban y sus zancadas eran tan pesadas como su estómago. […]