Parece ser que un estudio realizado por la Universidad del País Vasco (UPV) corrobora que el ejercicio físico no acaba de compensar los excesos gastronómicos en forma de grasa en los que podemos llegar a caer.

Esta investigación que forma parte del  estudio HELENA ha tenido como objetivo estudiar el papel que tiene la grasa que ingerimos en la dieta en la acumulación en el abdomen y especialmente en una etapa del desarrollo tan comprometida como la adolescencia. Este estudio ratifica lo perjudicial que es este hecho, aumentando riesgo y susceptibilidad a padecer problemas cardiovasculares,  hipertensión, aumento del colesterol o diabetes.

Parece ser que la práctica deportiva no acaba de compensar los excesos de la ingesta de grasa en nuestra dieta.

Además, este análisis ha sido publicado en la prestigiosa revista Clinical Nutrition y se resume de manera muy sencilla: Hasta ahora  la mayoría de las personas que pensaban que haciendo mucho ejercicio físico podían llegar a compensar una dieta desequilibrada, no estaban en lo cierto.

Los investigadores que llevaron a cabo este estudio pronosticaron que el riesgo de padecer obesidad no estaba tanto en sobrepasar la cantidad diaria de calorías correspondiente por edad y actividad física sino por el aporte de grasa extra en su dieta.

La muestra de más de 200 adolescentes que participaron en la investigación y el análisis de sus hábitos alimenticios, su actividad física y la medición de su grasa abdominal corroboró contundentemente el pronóstico anterior. La proporción de grasa de la dieta es directamente proporcional al aumento del tejido adiposo abdominal e independiente de los niveles de actividad física.

Dicho de otro modo: Aunque siempre se ha hablado del factor preventivo de la actividad física, esta no es tan útil como se pensaba a la hora de compensar los desfases en la ingesta de grasas y por tanto de la acumulación de esta en la zona abdominal.

Como buenos deportistas, este es un buen argumento para concienciar a nuestros hijos (así como a nosotros mismos) en unos hábitos de nutrición saludables. Parece ser que la práctica deportiva no acaba de neutralizar el abuso que nuestra llamada  “sociedad del bienestar” hace de la conocida “comida basura”. Si a medida que cumplimos años queremos tener calidad de vida y estar lo más lejos posible de enfermedades y trastornos comprometedores ya sabemos lo que nos toca.

Por cierto, en este sentido podríamos comenzar  haciendo buena letra y tomando nota del Sistema Nuval, una guía confeccionada por científicos de una universidad americana en la que los alimentos se clasificación según los nutrientes que nos aportan a la dieta, así como por sus grasas saturadas y azúcares que contienen. Los alimentos más cercanos a la puntuación 100 son los que estos profesionales consideran más saludables y nutritivos, y los más próximos a 0 los más alejados de estas premisas.

Encabezando la tabla del Sistema Nuval se encuentran frutas y verduras, consideradas como los alimentos que más aportan a nuestra alimentación.

Eso sí, aunque los alimentos con puntuación 100 son los más nutritivos, esto no nos exime de la ingesta de otros. Bien sabemos que la verdura, fruta, pescado, carne poco grasa o cereales integrales son la base de una alimentación equilibrada y que esta debe estar adecuada a las necesidades energéticas y circunstancia de cada uno de nosotros.

Curiosamente con 100 puntos y en el top del Sistema Nuval se encuentran frutas y verduras cargadas de vitaminas del complejo C y B como: piña, kiwi, naranja, judía verde, lechuga de hoja verde, frutos rojos (arándanos y fresas), espinaca o la manzana. La leche desnatada también ocupa un lugar privilegiado con 91 puntos, así como el plátano y la avena.

Entre los pescados el más cotizado es el salmón, 87 puntos,  y entre las carnes el pollo sin grasa, 48 puntos. A los últimos puestos de la tabla cae: la bollería industrial, chocolate con leche, galletas saladas o refrescos con gas. Estos son los que los investigadores consideran que apenas aportan nutrientes, “calorías vacías” y que más cantidad de azúcar y  grasas saturadas contienen.

Toma toma: Una buena rutina física acompañada de una alimentación basada en las frutas, verduras, cereales integrales, pescado y algo de carne puede ser una grandísima receta para rendir tanto a nivel físico como intelectual y para mantenerte lejos de la enfermedad.

 

Informa: Ezequiel Bellido Verdú. Director de Comunicación en OP

 

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Octavio Pérez

Octavio Pérez

Preparador Físico. Ldo. en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Especialista en Alto Rendimiento.
Autor de la «Preparación en el Corredor de Montaña» y de «Mis Primeras Zancadas»

Colaborador-experto del programa “A la Carrera de La 2 de TVE” Conferenciante y docente en Alto Rendimiento.

Creador de OP Training Platform, aplicación a la vanguardia de innovadores sistemas de trabajo en ciencias del entrenamiento. Director en «1000km contra la leucemia» y fundador de «Apadrina un Sedentario»
Campeón del mundo máster 800m.

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