Esta es la segunda parte de micrónica del IronMan Niza2012.
…sin pensar ni un segundo mas me voy a por el dorsal, doy la vuelta y corro en dirección contraria a todos rezando que ningún juez me descalifique, llego a la zona de transición y menos mal que encuentro enseguida a la chica que había cogido mi bolsa, gracias a dios que hablaba español y fue muy comprensiva y amable, y me ayuda a buscar el dorsal porque yo de los nervios ni lo encontraba. He perdido unos 10minutos, y vuelta a empezar, “no te desmotives Tavi, ahora ya no puedes hacer nacer nada” pero voy durante los primeros kms con la moral un poco tocada, llego al km 9 y ahí están mis padres animándome, que alegría, otra dosis de euforia, la verdad es que la necesitaba, en nada estoy en la primera vuelta, km 10,5, que ambientazo, me ponen mi primera pulsera, pelos como escarpias, y a los pocos metros, Josan, Miguel, Katie y Mª Cruz también empujándome hacia delante, sin darme cuenta aumento el ritmo y parece que baje la fatiga, pero es un espejismo, aún me quedan 30K, hace un calor sofocante y una humedad muy peligrosa, cojo agua de los avituallamientos, sales, plátanos, trozos de naranja, pero sin parar a caminar, llego al km 15, parece que me estoy meando “Tavi, aguanta un poco, una vuelta más, a ver si paras y te pega el bajón, que ya te paso en el Half de Elche”, la fatiga empieza a apoderarse de mi mente, pero pienso “El dolor pasará” “ cuando llegues al km 21 empezamos a descontar”, otro avituallamiento, bebo, me refresco “Va Tavi, ya están ahí tus padres” necesito sus ánimos, “haz buena cara, que no te vean sufrir”, sonrió y digo que voy genial, volando con sus ánimos me ponen la segunda pulsera, miro el crono y calculo que si no pincho puedo estar en torno a las 10h40´, ¡que subidón!, y ahí están nuestros cifosis de Javea anidándome a muerte, les pregunto por Isra, Lucas y Stephan, me dicen que ya han llegado con la bici que van muy bien, que solo falta Isra, “esto marcha Tavi, seguro que terminamos todos, piensa en eses abrazo que tanto has soñado” al poco veo a Isra que llega con la bici y haciendo mala cara me dice que se ha jodido el pie, “Isra los tiene muy bien puestos, no te preocupes terminará como sea”. Vamos a por el km 25, he bajado un poco el ritmo, sobre 5´10´´, las ambulancias no para de pasar a por triatletas desfallecidos, parece que haya habido un accidente de avión, próximamente escribiré un post de los peligros de no tener una buena estrategia de hidratación y alimentación y de adaptación a las exigencias de competición, en definitiva, de correr un IronMan sin un buen asesoramiento.
Las rectas de Niza se hacen eternas, parece que no terminan nunca, como levantes mucho la vista te desmotivas, y encima, la única sombra que hay es la tuya. Esto es duro, muy duro, y aún me queda mucho para terminar “Continua Tavi, aguanta un poco más y paras a mear, y en algún avituallamiento te refresca tranquilamente andando, pero aún no, a ver si luego ya no puedes arrancar”. ¡Tercera pulsera! Es imposible no emocionarse cuando te la ponen“¡Vamos Tavi última vuelta, esto ya lo tienes! Pero la fatiga es extrema, bajo aún más el ritmo para intentar no caminar en ningún avituallamiento, y empieza una lucha constante con mi mente, mi zancada se acorta, me pesan las piernas toneladas “ Ahora no es momento de venirte a bajo, se positivo, piensa por lo qué estas luchado, piensa en tu gente, con todos los que te apoyan, piensa la emoción que sentirás al cruzar meta” Me acuerdo de Sara que seguro está sufriendo pesando en como voy; de María y las princesas Rett, de mi héroe Josele; de mis amigos, miro al cielo, ahí está Oscar empujándome en los momentos más difíciles. Se humedecen mis ojos y me aborrono por completo “Vamos Tavi por los tuyos, tira para adelante joder!”
Me cruzo con Stephan, ¡se le ve entero! y nos animamos, al momento Lucas super contento porque ya estoy terminando y viene abrazarme, yo más feliz por verlo sonreír y disfrutar, pero el cansancio es brutal, “¡Vamos Tavi, ya está ahí el km 40!, no mires a los lados, no pienses en los que están en el suelo rodeados de médicos, ¡no es bueno que te fijes!”. Pero esto es una locura, “¿Cuántos habrán caído por agotamiento o por deshidratación? la gran mayoría van caminando, muchos con rostros desencajados, “¡Y aún les quedan varias vueltas!, ¡Pero tú ya terminas, eres el menos loco del manicomio, ¡continua!” «Vamos Tavi, no has venido a pasear, esto es un IronMan, una de las pruebas más duras del mundo, y ya terminas joder, ¡aguanta!»
Ahora si, por fin, 2km a meta, mis pensamientos solo están en la “Finish Line”, ya la veo, y llorando de emoción, entro en la última recta, en las gradas no caben ni un alfiler, todos animando como si llegará el primer clasificado, es todo mágico, escucho al speaker decir “Here comes Octavio” ”Bravo Octavio” ”You are an IronMan”, busco a mis padres entre el público, no los veo, “necesito verlos”, y a falta de 40m oigo la voz de mi madre en las gradas vuelvo atrás a buscarla, la abrazo con todas mis fuerzas, lloramos, busco a mi padre, está más arriba grabando la llegada completamente sobrecogido, le mando un beso. Últimos metros para acordarme de todos los míos, de mi familia, de mis amigos, mi novia; de las Princesas Rett. Nunca me he emocionado tanto, no se puede describir con palabras, levanto las brazos, señalo y miro al cielo, y de nuevo ahí está Oscar, ¡Lo hemos conseguido amigo! y juntos cruzamos la meta en el día más duro y emotivo de mi vida.
Nada más entrar nos ponen la medalla de Finisher, ya sabéis que está medalla no es solo mía, es de todos los que me habéis apoyado, de todos los que han sufrido por mi, porque sin vosotros, esto no hubiera sido posible. Veo a David, también ha grabado mi llegada, me abraza y me felicita emocionado, ¡¡que gran profesional! y ahora también un gran amigo. Me comenta que Isra había estado en el médico y tal vez no podía terminar la maratón, «¡no puede ser! ¡Isra tiene que terminar!» y con emociones y sentimientos chocantes por si Isra no estaba bien, me voy a la “zona finisher” a por mi camiseta y a comer algo, cuando salgo estaban mis padres esperando, nos abrazamos, hablamos y nos vamos a buscar a Kaitie, MªCruz, Josan y Miguel para ver juntos a Lucas, Stephan y… rezamos para que también veamos a Isra.
Pasa Stephan con cara de sufrimiento pero bien para terminar, le queda una vuelta, al poco vemos a Lucas, también está agotado pero bastante entero para poder acabar, estoy absolutamente convencido de que van a terminar, y al poco, ahí está Isra, «¡menos mal!» aunque cojeando un poco, sonríe y me dice que ya va bien, que terminará como sea, «¡ahora si es todo perfecto! ¡nuestro sueño está a punto de hacerse realidad!»
“Ya llega Stephan”, salto al circuito nos abrazamos, lloramos de emoción, ¡todo vuelve a ser mágico, es fascinante!, y sale disparado para la finish line, ¡lo ha conseguido! es un “IronMan” y hace 7 meses, al igual que Lucas, ni si quiera habían corrido 5kms seguidos, no habían nadado más de dos piscinas, ni sabían lo que era pedalear durante más de 30minutos ¡para quitarse el sombrero!. Horas y horas de sacrificio, muchos fines de semana sin salir por cumplir el entrenamiento, por no perder la forma , sin ir a cenar con los amigos o con la novia, cuidándose al máximo por hacer realidad un sueño, por demostrarse a ellos mismos, y no a nadie más, que son capaces de lograr todo lo que se propongan. Ellos han demostrado que da igual que muchos digan que no lo conseguirás, cuando crees en ti, y luchas con todas tus fuerzas, hasta los sueños más “imposibles” se convierten en realidad. Estoy convencido que inspirarán a muchos otros, lo deseo con todas mis fuerzas, porque ellos son un claro ejemplo de determinación y capacidad infinita de superación.
Una hora interminable esperando a que llegué Isra y Lucas, y mientras pienso el enorme mérito que también tiene Isra, no conozco a ninguna persona con una capacidad de autoexigencia mayor que la de él, es increíble conocer las horas que le dedica a su trabajo y que haya tenido tiempo para preparar un IronMan “y está a punto de terminarlo lesionado del pie”, ¡y me quito de nuevo el sombrero!, estaría un año dándole las gracias por tantas cosas, pero ahora mismo toca dárselas porque gracias a él conozco a Lucas y Stephan, y gracias a él estamos viviendo juntos está fascinante experiencia.
“¡Stephan mira!¡creo que ya llegan, ¡ahí están!”, llegan juntos, cogidos de los hombros, y pese a la fatiga extrema, con una sonrisa enorme llena de satisfacción, cruzan la meta del IronMan, mientras todos nos emocionamos hasta la medula, miro a Kaitie y Mª Cruz, la novia y la hermana de Lucas, no dejan de llorar después de tanto sufrimiento esperando, pero al mismo tiempo llenas de orgullo. Otro momento mágico grabado para siempre en mis neuronas.
Enormemente orgulloso como deportista, como preparador y sobre todo, como amigo, entre lágrimas de satisfacción y felicidad nos damos el abrazo que tanto habíamos soñado.
Terminar un IronMan es increíblemente emocionante pero compartir este sueño con personas como Isra, Lucas y Stephan, no puede compararse a cruzar ninguna meta.
Luchar por algo mucho más importante que tu ego es lo que te hace pensar que tanto sacrificio ha merecido la pena. Especialmente dedicado a María y a todas las Princesas Rett, y sobre todo, a nuestro amigo Oscar, que ha sido el que más me ha ayudado en los momentos más difíciles, no os imagináis lo cerca que lo he sentido, y también a mi primo y a su hermano, Armando, gracias por sentiros orgullosos de mi. Nunca dejaré de luchar por vosotros.
Eternamente agradecido.
Octavio Pérez
www.mimundorett.com
Preparador Físico. Ldo. en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Especialista en Alto Rendimiento.
Autor de la «Preparación en el Corredor de Montaña» y de «Mis Primeras Zancadas»
Colaborador-experto del programa “A la Carrera de La 2 de TVE” Conferenciante y docente en Alto Rendimiento.
Creador de OP Training Platform, aplicación a la vanguardia de innovadores sistemas de trabajo en ciencias del entrenamiento. Director en «1000km contra la leucemia» y fundador de «Apadrina un Sedentario»
Campeón del mundo máster 800m.
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