¿Hasta que punto influye el pensamiento positivo en nuestro rendimiento? Es una pregunta que desde hace un tiempo me lleva intrigando y, tras analizar durante más de seis meses el feedback de las sensaciones y el tiempo de recuperación post-competición de mis atletas, ciclistas, corredores de montaña y triatletas he de decir que me he quedado completamente sorprendido.

Os cuento esta pequeña historia de una de mis pupilas que creo ilustra muy bien mi asombro.  Ahora mismo termino de colgar el teléfono, Ana María Guevara está eufórica, ¡y con razón! El sábado ganó la Madrid Ultra Trail, estas han sido sus palabras: “Mister, me encontré genial, con mucha fuerza desde la salida hasta la meta, estoy muy feliz con el resultado y las sensaciones, pero lo mejor es que estoy ya recuperada, ¡méteme más caña que estoy muy bien!. Y me gustaría correr otro ultra dos semanas después de la maratón de Valencia ¿puedo?” alucinante, hace tres días que gano una prueba de más de 100km y  ya se encuentra recuperada. Este relato podría ser el de cualquier deportista que está entusiasmado con el resultado de una prueba, o incluso, con las sensaciones o los ritmos de cualquier entrenamiento de calidad.

Cuando igualamos, o mejor aún, superamos nuestras expectativas, nos invade una profunda sensación de optimismo y confianza, nos hemos superado y ahora, más que nunca, nos vemos más capaces de seguir mejorando. Este estado de euforia por el éxito alcanzado aumenta nuestros niveles de dopamina y endorfinas, las también conocidas como las moléculas del placer, son dos neurotransmisores con efecto analgésico y antiinflamatorio. Incluso, algo aún más interesante, estudios recientes afirman que este “efecto ganador” aumenta considerablemente nuestros niveles de testosterona, hormona que juega un papel más que decisivo en la construcción y recuperación muscular.  Sin embargo, cuando no superas el listón que te habías marcado, nada sale como esperas y te auto flagelas psicológicamente, tu cuerpo segrega altos niveles de cortisol, una hormona que favorece el catabolismo o la destrucción muscular, impide una óptima reposición de los niveles energéticos, sobre todo del glucógeno.O sea, el cortisol nos deja tirados en la cuneta con las ruedas pinchas y sin gasolina.

Nuestro estado anímico, nuestra sensación de éxito o fracaso, acelera o perjudica seriamente todos los procesos fisiológicos que influyen directamente en nuestra capacidad de recuperación, creo que no hace falta decir que esta capacidad es de las más influyentes en la mejora de nuestro rendimiento deportivo.  Dicho esto, ¿podemos influir mentalmente en la recuperación post entreno o post competición? y la siguiente pregunta-respuesta sería  ¿somos capaces de controlar y modular nuestras emociones o estamos condenados a ser simples espectadores de nuestro subcosciente pase lo que pase? Todos, absolutamente todos, podemos y debemos aprender a dominar nuestras emociones. Y aunque no es una tarea fácil, aquí tenéis unas herramientas prácticas para exprimir el potencial ilimitado de vuestra mente:

Analízate constantemente.

La gran mayoría de nuestros pensamientos se producen de una forma semi automática. Nuestro subconsciente es el gran director de orquesta de nuestras emociones, de nuestros sentimientos, de nuestra vida. Así que, hay que estar muy atento para identificar y autoanalizar como nos sentimos en cada momento ¿estamos cabreados? ¿frustrados? ¿por qué? ¿realmente es tan grave? ¿me beneficia en algo pensar así? ¡ok! ¡identificado! Mi subconsciente ha sacado el látigo “¡Tengo una mala leche que no me aguanto ni yo! todo la temporada entrenando y ahora hago una pésima carrera. ¡Soy un paquete!.  Shhhhhhhh ¡ya lo tienes bien! ¡STOP!

Resilencia

No ha salido como esperas ¿y qué? ¿eres Dios o un ser humano, o tal vez ahora seas un robot? Creo que no eres una máquina perfecta, ¡concédete el derecho a fallar!. Has identificado como te sientes, y ahora tienes dos opciones: seguir con el látigo o buscar el lado positivo. En la adversidad están las mejores oportunidades para aprender, para seguir creciendo. Cada ostia que te pegas es un reto, un nuevo desafío a tu fortaleza mental. Tal vez estés muy cómodo en el suelo lamentándote pero creo que será mejor que te levantes lo más rápido posible y le eches un par de huevos para luchar con más fuerza que nunca. Los auténticos ganadores son los que siguen peleando incluso en los momentos más difíciles. Además, recuerda esto: tu frustración te hundirá psicológicamente pero también físicamente, no dejes ni un segundo más a tu cortisol destruir tu musculatura. Pero al mismo tiempo tu coraje te hará más fuerte y te ayudará a recuperarte mucho más rápido. ¡Elige rápido y espabila!

Nuestra mente no tiene límites

Vale, hemos aprendido a asumir riesgos y afrontar de una forma positiva la adversidad. Ahora vamos a entrenar nuestra mente para crear la atmosfera perfecta del máximo rendimiento, pero antes,  permíteme que te hable un poco más del poder de la mente. Según un estudio realizado por el reconocido Dr. Bruce Lipton,  nuestros pensamientos  tienen el potencial de alterar nuestra actividad genética  a diario.  La percepción en nuestra mente es reflejada por la química de nuestro cuerpo, y si nuestro sistema nervioso lee e interpreta el medio ambiente y luego controla la química de la sangre, entonces podemos cambiar el destino de las células mediante la alteración de nuestros pensamientos. Tenemos un poder infinito en nuestra mente, otro ejemplo fascinante son las operaciones sin anestesia del Dr. Escuedero (os recomiendo veáis este vídeo: http://goo.gl/OMqPC0). Es cierto que la fe mueve montaña. Cuando tenemos la absoluta convicción de nuestras creencias somos capaces de curarnos o de enfermar, incluso hay estudios que le dan una mayor importancia al efecto placebo de los medicamentos o a las palabras de la autoridad médica que al compuesto activo del propio medicamento.

Dialogo interno positivo. Una y otra vez.

Imagínate que tienes una competición muy importante y llega el momento de calentar. Empiezas a chequear tus músculos y puede que, casi al mismo tiempo, empiecen también las dudas: “me encuentro pesado” “tal vez no haya entrenado lo suficiente” “no tengo buenas sensaciones” ¡error! Te recomiendo que antes de calentar tu cuerpo, empieces a calentar tu mente, y a persuadirte con mensajes positivos hasta cruzar la línea de meta “Hoy es mi día. Estoy preparado para darlo todo. Me encuentro genial…” Haz una lista mental de pensamientos motivadores y repítelos hasta la saciedad. Donde hay un mensaje positivo no cabe un pensamiento negativo. Pero no esperes a la competición. Haz lo mismo en entrenamientos. Prueba a pegarte post-it en tu mochila o incluso a escribírtelos con bolígrafo en las manos y en las brazos, eso hará que esos mensajes tengan aún más fuerza de persuasión.

Vamos a domar a nuestro subconsciente, tal vez al principio sea un poco rebelde pero hay que ser constante, lo entrenaremos como entrenamos a nuestro físico, día tras día. Perseverancia, perseverancia, perseverancia…que palabra más interesante.

Meditación y autosugestión.

A través de la meditación podemos llegar a un nivel de  concentración, conciencia, paz mental y relajación profunda para así introducirnos en un estado de máxima auto sugestión, en este punto penetramos hasta lo más profundo de nuestra mente, aquí, en este lugar mágico y muy poco explorado,   podemos moldear de una forma fascinante nuestro subcosciente, tomamos las riendas y tenemos un control casi absoluto de nosotros mismos para crear nuevas realidades: podemos ordenar a nuestra mente que fortalezca nuestro sistema inmunitario, visualizar como aumentamos los glóbulos blancos; podemos mejorar la velocidad de recuperación muscular, aumentar nuestras hormonas y mejorar nuestro rendimiento; podemos anestesiarnos, curarnos… hay miles de ejemplos, milagros conseguidos por el poder de la mente. Todo es posible si entrenamos diariamente para derribar nuestras barreras mentales.

¿Cómo meditamos?¿cómo conseguimos un estado de autosugestión profunda? Hay infinidad de formas para  lograrlo pero lo más importante, y lo vuelvo a recalcar, es la perseverancia en la metodología que elijas. Aquí tenéis un ejemplo, es unas de los audios que yo mismo me grabé para curar mis problemas de insomnio y dormir profundamente,  en menos de 30 días lo conseguí. autogestión OP relajación profunda

Aunque en esta sociedad no se le presta la suficiente atención a la inteligencia emocional, cada día hay más estudios científicos que demuestran la fuerza infinita del poder de nuestra mente, podemos y debemos aprender a utilizarla. Si podemos, incluso, alterar nuestras funciones genéticas, por supuesto que gracias al dominio de nuestros pensamientos podemos moldear  nuestro rendimiento atlético.

Cuidado con los antiguos paradigmas, debemos de estar abiertos al cambio, ser flexibles mentalmente. Únicamente nosotros podemos crear nuestra propio mundo, nuestra propia realidad. Lo que verdaderamente importa no es lo que hasta ahora creías, es la percepción que tu tengas de lo que te ocurre. Y no olvides que tu gestión de la adversidad siempre será lo que determine tu futuro.

¿Te gustaría que fuera tu preparador físico? ¿hablamos?

Sería un placer ayudarte a conseguir tus sueños más ambiciosos, esto es lo que te espera. Infórmate

Descarga OP Training, mi aplicación gratuita para móvil

google play

aple

Octavio Pérez

Octavio Pérez

Preparador Físico. Ldo. en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Especialista en Alto Rendimiento.
Autor de la «Preparación en el Corredor de Montaña» y de «Mis Primeras Zancadas»

Colaborador-experto del programa “A la Carrera de La 2 de TVE” Conferenciante y docente en Alto Rendimiento.

Creador de OP Training Platform, aplicación a la vanguardia de innovadores sistemas de trabajo en ciencias del entrenamiento. Director en «1000km contra la leucemia» y fundador de «Apadrina un Sedentario»
Campeón del mundo máster 800m.

¿Te gustaría que fuera tu preparador físico? ¿Te gustaría alcanzar la máxima nota posible en las pruebas físicas? Contáctame para saber más.