El 5 de febrero del 2012, Ivan Ortiz, campeón de España de Trail Running, empezaba la temporada en una media maratón de asfalto con un tiempo de 1h13, el fuerte viento le impidió realizar un mejor crono, las pulsaciones medias fueron de 173ppm. Una semana antes, en una de las clínicas deportivas más prestigiosas de Andalucía, testeamos su rendimiento y buscamos sus “zonas de entrenamiento”  mediante una prueba de esfuerzo máximo donde limitaron su umbral anaeróbico en 169ppm y su VO2max en 73,8 ml/kg/min. Afortunadamente, no tuve en cuenta estos datos para su primera carrera, seguramente los médicos, y tal vez, muchos otros entrenadores hubieran pensado que correr 4 pulsaciones por encima del umbral anaeróbico era un  ritmo suicida. Dos meses después, en la primera prueba de la Copa de España Ivan corrió durante casi 3h a 167 ppm. Desde entonces he estado profundizando en la literatura científica de fisiología del ejercicio mientras  reflexionaba si realmente sirven de algo estos tests en laboratorio, si existe el famoso “umbral anaeróbico”, si hay una frontera donde se produce un brusco cambio metabólico, donde se “acumula” el lactato haciéndonos menos eficientes y limitando bruscamente nuestro rendimiento.

¿Qué es el umbral anaeróbico? ¿existe?  

La teoría del umbral anaeróbico se basa en la idea de que cuando incrementamos la intensidad del ejercicio hay un punto de inflexión más allá del cual el aporte de oxígeno es insuficiente para satisfacer la demanda  y  se produce un déficit de oxígeno en el músculo, al mismo tiempo el lactato en sangre se acumula más rápidamente que su tasa de utilización causándonos fatiga. Según el reconocido fisiólogo del ejercicio Ben Miller esta teoría esta caducada por motivos concluyentes “En primer lugar, no hay pruebas de que el ejercicio muscular pueda producir déficit de oxígeno. En realidad, la mayoría de las investigaciones indican que el músculo esquelético mantiene siempre un nivel crítico de oxígeno.” Richardson en 1998 realizó un estudio donde midió  la concentración de oxígeno en el músculo durante intensidades crecientes de ejercicio (Figura 1). La línea roja del gráfico muestra el contenido de oxígeno en el interior del músculo a intensidades de ejercicio (aumento de hasta el 100% VO2max). Fijaros que a pesar de que aumenta la intensidad del ejercicio (en el eje x) el contenido de oxígeno en el músculo no cambia. Sin embargo, cuando la intensidad del ejercicio aumenta, el lactato (línea azul) se incrementa. Por tanto, la producción de lactato no equivale a una falta de oxígeno. Además, el músculo mantiene el contenido de oxígeno incluso con una intensidad máxima de ejercicio. Si realmente nunca  hay déficit  de O2 en el musculo el término “umbral anaeróbico” es un concepto equivocado.

¿Es fiable el umbral de Lactato?

Ya que el termino “anaeróbico” no existe en el musculo esquelético, ahora, la mayoría de entrenadores y médicos deportivos prefieren  utilizar el  “Umbral de Lactacto” en el que se la denomina como un máximo estado estable de lactato. Según este  modelo el lactato en sangre permanece en valores cercanos a los niveles de reposo, una vez que se aumenta  la intensidad del ejercicio hay  un punto de inflexión donde se eleva la concentración de  lactato agudamente perjudicando nuestro rendimiento continuamente hasta llegar a la fatiga. Según esta «teoría» un deportista sería capaz de sostener esta intensidad durante unos 60 minutos según su grado de forma y entrenamiento.

¿Pero es fácil encontrar esta desviación en la curva del lactato?

Realmente no, en la mayoría de los casos es difícil de  establecer claramente,  lo podemos también observar en la gráfica de Richardson. ¿y cómo solucionan  la papeletea algunos fisiólogos del ejercicio?  Pues si no encuentran ese punto mágico, utilizan el termino OBLA que dice que el aumento de la acumulación de lactato en sangre se produce en 4 mmol/L. Sin embargo, y afortunadamente, hay infinidad de estudios que desacreditan este término, es evidente que es demasiado generalista ya que no tiene en cuenta las individualidades  de cada deportista, entre otros argumentos.

¿Son precisos los tests para calcular el Umbral de Lactato?

Al mismo tiempo, hay diferentes métodos y protocolos para calcular el umbral de lactato, la comunidad científica no se ha puesto de acuerdo, y cada método puede producir resultados diferentes para un mismo deportista, por tanto, la fiabilidad y la precisión es más que dudable.

¿El lactato es un producto de desecho que produce fatiga?

Hasta la década de los 80 se pensaba que el lactato era el metabolito de desecho  causante principal de la fatiga,  que se producía cuando el musculo empezaba a tener déficit de O2,  hemos visto anteriormente que el termino “anaeróbico” es erróneo. Las investigaciones más recientes apuntan que el lactato es un combustible del  metabolismo en condiciones aeróbicas y que lejos de limitar el rendimiento puede preservarlo o incluso aumentarlo en altas intensidades de ejercicio, no depende de evitar lactato o reducir la cantidad a producir, sino en el aprovechamiento del mismo. Por tanto, cuando nos llega el agotamiento, no es por falta de oxigeno o por acumulación de lactato. Todas estas nuevas líneas de investigación  indican que el lactato ya no es el malo de la película, incluso ahora podría ser el protagonista guapo ya  que, nuestro rendimiento depende de nuestra eficiencia en su utilización metabólica  o sea, de  como lo aprovechemos.

Conclusiones

Los preparadores físicos necesitamos una evaluación fisiológica fiable para cuantificar y calcular las  cargas de entrenamiento pero si realmente no existe el umbral anaeróbico y posiblemente, ni tan siquiera el umbral de lactato, las pruebas de esfuerzo en laboratorio tal vez no sean las más acertadas. Ivan Ortiz, corrió durante  mas de una hora  muy por encima de esta frontera inexistente y 2h47 rozando este límite anaeróbico irreal. Hasta que no haya un acuerdo unánime de la comunidad científica, el ojo clínico del entrenador y  la competición ha sido, es y será la mejor prueba de esfuerzo y por tanto,  la más acertada evaluación del rendimiento.

Octavio Pérez

Octavio Pérez

Preparador Físico. Ldo. en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Especialista en Alto Rendimiento.
Autor de la «Preparación en el Corredor de Montaña» y de «Mis Primeras Zancadas»

Colaborador-experto del programa “A la Carrera de La 2 de TVE” Conferenciante y docente en Alto Rendimiento.

Creador de OP Training Platform, aplicación a la vanguardia de innovadores sistemas de trabajo en ciencias del entrenamiento. Director en «1000km contra la leucemia» y fundador de «Apadrina un Sedentario»
Campeón del mundo máster 800m.

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