Desde que nacemos o quizá, desde que tenemos uso de razón, vamos escribiendo nuestro destino, nuestra propia historia, equipando nuestra vida con experiencias que quedan grabadas en nosotros. Influenciados por nuestro entorno, vamos formando patrones de comportamiento y automatizando hábitos que, a veces, nos hacen la vida más fácil, otras veces, más emocionante y también, en ocasiones, nos hunden sin darnos cuenta. Todas esas rutinas que repetimos día a día; siempre, sin excepción, para bien o para mal, dibujan las rutas que conectan a nuestras neuronas y programan nuestro cerebro para ser quienes somos y para indicarnos el camino de nuestra existencia y de nuestro propio futuro.
Todos tan iguales y tan diferentes, con nuestras luces y sombras, con nuestras motivaciones, intentamos vivir lo mejor posible. Y quienes tenemos la fortuna o el coraje suficiente para que el deporte forme parte de nuestro ADN, entrenar nos afianza en la versión de nosotros mismos que seguramente más nos gusta.
Mi relación con el deporte
Mi historia con el deporte empezó muy pronto. Uno de los recuerdos más vivos que tengo es de niño corriendo bajo la lluvia en el cross de Catarroja, un pueblo cercano a Valencia.
Faltaban unos pocos minutos para las 9 de la mañana, de un domingo de enero. Más de doscientos benjamines de entre 8 y 9 años esperábamos el pistoletazo de salida, los nervios y la adrenalina que recorría nuestros pequeños cuerpos solo cubiertos con una pantaloneta y una camiseta de tirantes, nos ayudaba a no sentir frío y nos preparaba mentalmente para el esfuerzo que requiere la propia competición. Las salidas siempre eran a fuego, a tope, al 100%, sin miedo a reventar, aunque conforme pasaban los metros cada uno regulaba para poder llegar a la línea de meta lo mejor posible.
Lecciones del deporte
En aquella época, mis principales rivales se convirtieron en mis mejores amigos, no solamente teníamos los mismos objetivos, sin saberlo todavía, empezamos a compartir algunos de los valores más importantes que te aporta el deporte.
Juntos aprendimos a pelear con ilusión por aquello que queríamos conseguir, a aumentar la tolerancia al dolor para superarnos, a ganar y a perder, a animarnos unos a otros, pero también nos enseñó muy pronto algo más valioso para la vida real: a lidiar con la frustración cuando las cosas no salían como esperábamos.
¿Por qué entreno?
Cuando el deporte forma parte de ti, de tu vida, de tu identidad desde que eras un niño, es una pregunta que al menos para mí, tiene una respuesta existencial: Entreno para seguir siendo la versión que más me gusta de mí y que todo en mi mundo tenga sentido y esté en equilibrio.
Seguramente sea una visión muy alejada de los que nunca han llegado a apreciar los beneficios que tiene el entrenamiento físico en nuestra salud mental y calidad de vida. Pero como preparador físico, puedo decirles que el deporte no solamente es un escaparate de sueños para cumplir o un gran trampolín de superación, puedo asegurarles que en momentos difíciles, entrenar te puede sacar de la oscuridad o incluso salvarte la vida.
Motivaciones para entrenar
Cada uno tiene su propia historia y los motivos por los que entrena. A mí me gusta escribirlos, leerlos y recordarlos porque quiero seguir siendo toda mi vida deportista. Aquí tienes mi listado de motivaciones de por qué entreno, ojalá también sirvan para inspirarte, moverte por dentro con la convicción de que cuando te esfuerzas no solamente peleas por un objetivo, lo haces por algo inmensamente más grande.
- Entreno para ser un ejemplo para mis hijas, porque creo que mi mejor legado siempre son los buenos hábitos que aprenden de mí.
- Entreno porque mi mente me lo agradece.
- Entreno para estar de buen humor o elevar mi ánimo cuando más lo necesito.
- Entreno para relativizar mis problemas y verlos con un prisma diferente.
- Entreno porque me gusta ser el tipo de persona que no falla a sus entrenamientos.
- Entreno porque me gusta desafiarme y cumplir mis objetivos.
- Entreno para tener más energía, para sentirme fuerte.
- Entreno para fortalecer mi sistema inmune.
- Entreno para ser mejor entrenador, para vivir en primera persona lo que mis atletas van a vivir o están viviendo.
- Entreno por salud, por calidad de vida y por mi futuro, porque quiero llegar a viejo sintiéndome joven.
- También entreno porque me gusta sentir cómo mi cuerpo se transforma cuando estoy realmente en forma. Sí, me gusto más frente al espejo y me sube la autoestima, no solamente por lo que veo, principalmente porque me siento orgulloso de mí mismo, por la satisfacción propia de habérmelo currado para llegar hasta este punto. Tú y yo sabemos muy bien que aquí nada cae del cielo.
Entreno porque me cuido. Porque soy la única persona que siempre estará a mi lado hasta el último suspiro, por todo esto y mucho más, mi tiempo para entrenar es sagrado y tan importante para mí.
¿Y tú, por qué entrenas?
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👨🎓 Licenciado en Ciencias de la Act. Física y el Deporte.
✍️📖 La Preparación en el Corredor de Montaña.
✍️📖 Mis Primeras Zancadas.
👟 Entrenador y fundador de Sky Runners Kenia.
👟 Preparador físico profesional desde el 2004.
🏃Team @pumaspain
🏃 Atleta Máster:
🥇 Campeón del mundo 800 y 4x400m.
🥇 Campeón de Europa 800m.
🥇Recordman mundial 4x800m.
🥇 Recordman de Europa 4x400m.
🥇Campeón de España 800m y 400m
🥈 Europa Duatlón GE
🥉 Mundial GE
Proyectos:
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✅ Docente en Sociedad Española de Nutrición Deportiva.
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Testimonios sobre Octavio Pérez
