¿Preparado para competir?

¿Cuáles son las pautas que tengo de tener claras el día anterior e incluso horas antes de ponerte el dorsal, atarte las zapatillas y ponerte a dar zancadas buscando una soberana actuación?

Alguna vez te habrá ocurrido que aunque seas un corredor con bastante experiencia acumulada, tras muchas semanas de tiempo y esfuerzo invertido en entrenamientos, la tensión y los nervios que inconscientemente nos abruman el día anterior a la competición, llegar a despistarnos en múltiples detalles que  debemos tener en cuenta. “Me he olvidado esto o este gel que llevo no lo he probado antes..”..son pequeñas cosas que se engloban dentro de la “logística” del corredor. Estas deben estar más que atadas para que no sean una de las razones que justifiquen un posible fracaso de tu  actuación:

 

¿Qué llevo en la bolsa de competición?

Los preparativos y supervisión de la bolsa de competición se deben realizar la tarde o día antes de la misma. En ella no debe de faltar de nada, más vale que sobre que no que falte. Ya sabemos el dicho: “Hombre prevenido vale por dos”.

La composición básica de una bolsa tipo* para una corredor/a, debería de componerse al menos de:

-Una segunda muda completa + zapatillas cómodas para después de la prueba.

-Kit de aseo + toalla.

-Ropa para competir : equipación (camiseta y pantalón) + zapatillas de competir+ calcetines de correr.

-Guantes + gorra +gorro o buff.

-Líquido (agua o bebida isotónica 1-1’5 litros).

-Vaselina + esparadrapo + imperdibles + crema para calentar piernas (si solemos usarla).

-Pulsómetro o GPS.

-Riñonera + productos de alimentación en carrera y post-carrera     (muy personal de cada corredor).

*Nota: Esta bolsa tipo, podría valer para corredores que afronten una carrera en ruta o de montaña. Estos últimos podrían añadir si lo requieren: frontal, mochila o camel – back así como contavientos, prendas de gore tex o compresión o lo que la organización le requiera.

Según la época del año, y ya que ahora estamos en invierno, no estaría de más ir ya vestido desde casa con un chándal para el calentamiento. Proceder de forma suave con un trote te vendrá muy bien para entrar en calor. Todo esto depende del protocolo pre-carrera de cada corredor, de tu nivel y de la longitud de la carrera que vayas a afrontar. Cuanta menos distancia sea esta, mayor debería ser la intensidad y duración del calentamiento al que deberías someterte.

Tampoco es mala práctica informarnos de la meteorología el día antes de la competición y en los medios especializados. No es lo mismo, competir con frío, nieve, lluvia. humedad o calor. En función de eso, deberás elegir tus prendas. En caso de duda meteorológica, si afrontas una carrera donde se toca altitud o si esta se celebra en  invierno, otoño o inicios de primavera, es interesante llevar un poco de todo (ya dijimos antes que “hombre prevenido..”) y elegir tras el calentamiento lo que te vas a poner.

Nota Importante: No olvides nunca de probar vestimenta y zapas de competición antes de vestirte la ocasión. Estas deben de transmitirte comodidad y confianza

Otra cuestión interesante es la gestión del estrés a pocas horas de salir a escena. Pese a que esta variable es fundamental para conseguir una buena activación así como necesaria para una buena actuación (si eres capaz de gestionarla bien) si preguntáramos a muchos nos dirán que quizás el peor día de todos es el anterior a la carrera.  Es comprensible que esta tarea les ponga en alerta competitiva y les recuerde que ¡mañana toca “dar el callo”! La evitación pasiva (evitar hacer algo para evitar ponerse nerviosos)  suele ser un mecanismo utilizado para rehuir momentáneamente de esta presión. ¿Eres de los que no gestiona bien esta presión y dejas para mañana lo que puedes hacer hoy?

En tus manos está si quieres cambiar el significado la versión anterior (llena de tensión). Utilizar la confección de la bolsa de competición para concentrarte y pensar de forma positiva solo es cuestión de hábito y de querer ver e vaso medio lleno. Lo bien que has entrenado y lo fuerte que te sientes ahora, son reclamos que puedes ir verbalizándote mientras vas montando el equipaje. Todo ello irá formando “un todo” que te llenará de confianza y te pondrá en una privilegiada situación frente al reto que te espera.

 

El viaje hasta el punto de partida

A no ser que la carrera comience a la vuelta de la esquina de tu casa, siempre suele haber el típico viaje que nos conducirá a la línea de salida.

Como en el punto anterior, positivo es anticipar este asunto. Tener claro el día, hora y lugar de salida es fundamental para no perder ni un minuto y no echar ese día, más leña al fuego del estrés, aunque hay algunas cosillas más que siempre suman:

-El itinerario que vamos a seguir.

-Calcular el tiempo empleado.

-Con quien vamos a ir.

-Si vamos en nuestro coche y conducimos nosotros.

-Lugares para aparcar en la salida.

No olvidar un par de matices más:

-Tener o no el dorsal en tu poder, implicará invertir más o menos tiempo en conseguir una situación de confort que te permita ponerte a calentar con tranquilidad.

– Si no confías en la puntualidad de tus acompañantes (¡pueden ser bueno amigos, pero no por ello puntuales!) o bien en su manera de conducir (existen los casos de sensibilidad a la conducción de otros, implicando mareos o vómitos y por extensión mala actuación en carrera), mejor coge tu vehículo.

Una hora para el pistoletazo de salida

Una vez llegado al punto de destino, estas serían por orden  las pautas que te pueden ayudar a gestionar mejor tu tiempo antes de la competición:

Si no tienes dorsal ni chip (si lo hay) ir andando y regresar corriendo al coche con un suave trote te ayudará a activarte. Si tienes todo en tu poder (dorsal y chip) las primeras acciones antes que ninguna deberían ser: poner el dorsal en la camiseta de competición y atar el chip en la zapatilla.

Evita distraerte o cruzar largos diálogos con conocidos, compañeros etc. Estas son situaciones que suelen darse con mucha frecuencia y pueden hacer que luego nos pille el toro. Espera al “tercer tiempo” para compartir experiencias.

Si hace frío, ponte el chándal y da un trote muy muy suave de 10-15’. En muchos casos el corredor suele aprovechar este momento para buscar un lugar apropiado para ir al baño. Es momento para buscar la tranquilidad mientras trotas.¡Quedan 45’ para la salida!

Una vez realizado el suave calentamiento, seguro que ya estás más cerca de saber con qué ropa vas a correr. Llegas al coche, estiras 5’ y procedes a ponerte “el traje de luces”. ¡Quedan 20’ para la salida!

Si utilizas pulsómetro y vaselina, colócate primero el aparato y luego la vaselina. Por cierto, no hagas mucho caso a lo que dice el chisme, seguro que los parámetros que ves están aumentados por la tensión pre-carrera. Recuerda que la vaselina va en los lugares de posible roce y nunca estará de más ponerte en la planta y en los dedos de los pies.

¡Quedan 10 minutos para la salida! Una vez cambiado es posible que con los nervios quieras ir a hacer el famoso  “pipí del miedo”. Una acción ideal tras la cual puedes aprovechar para ir haciendo unas cortas rectas a ritmo vivo hasta la línea de salida.

Es momento de situarte lo mejor posible, aunque siempre según tus pretensiones atléticas. Sé razonables y objetivo en tu colocación. Es momento para oxigenarte, tranquilizarte, dialogar de forma positiva contigo mismo (animarnos) y visualizar (imaginar) como quieres que sea tu actuación. Estas son estrategias que son muy sencillas y que costando muy poco te pueden aportar mucho.

Preparados, listos,……¿Estás mejor preparado ahora?

 

Ezequiel Bellido Verdú.