La última semana antes de la competición más importante de la temporada trae consigo una mezcla intensa: ilusión, deseo, nervios… y la posibilidad real de trasformar todo eso en tu máximo rendimiento y en el resultado soñado. Has invertido tiempo, esfuerzo, disciplina, has hecho los deberes. Ahora, tu cuerpo y tu mente están listos. La clave: dirigir esa presión, no combatirla.
1. La presión: una señal fisiológica — no un enemigo
Cuando te enfrentas a algo importante, tu cuerpo reacciona: activación del sistema nervioso, adrenalina, movilización de energía, enfoque. Eso realmente no es ansiedad es tu sistema preparándote. Si lo interpretas como amenaza tendrás tensión, miedo y nervios paralizantes. Si lo interpretas como reto te ayudará a ganr foco, energía útil, claridad, preparación real. Tus pensamientos moldean tu bioquímica. Tu bioquímica influye en tu rendimiento.
2. Confianza real: la fuerza silenciosa
La confianza no es un pensamiento bonito: es un estado neurofisiológico que modifica tu rendimiento desde dentro. Cuando confías de verdad —cuando tu cerebro interpreta que “estás preparado”— se activa un patrón biológico muy concreto: disminuye la actividad de la amígdala (centro de alarma), aumenta la regulación prefrontal (toma de decisiones) y se equilibra el eje hipotálamo-hipófisis-adrenal.
El resultado es un cuerpo que no desperdicia energía en tensión innecesaria.
Esa confianza profunda regula la contracción muscular basal, estabiliza la frecuencia respiratoria, favorece un patrón más equilibrado de variabilidad de la frecuencia cardíaca (VFC) y mejora la eficiencia del movimiento. En términos simples: gastas menos para rendir más. Tu organismo entra en un modo de economía interna óptima, capaz de sostener altos niveles de esfuerzo sin caer en el sobreconsumo emocional o fisiológico.
Por eso, quien confía decide mejor cuándo apretar, cuándo regular y cuándo tolerar la fátiga un poco más.
La confianza convierte la presión en claridad, la tensión en control y la activación en rendimiento sostenible.
LA CONFIANZA EN TI MISMO ES LO QUE MARCA LA DIFERENCIA.
No como un mantra vacío, sino como la expresión fisiológica de alguien que ha hecho el trabajo, que reconoce su preparación y que se permite rendir desde la convicción, no desde la duda.
3. Lecciones desde la élite: convicción absoluta de victoria
Ilia Topuria — convicción firme, seguridad radiante
Topuria habla abiertamente de confianza, de no dejar espacio al miedo. En un momento previo a un combate declaraba —como resumen mental, más allá del show mediático— que la confianza no es un extra, es lo que lo define. YouTube+2Wikipedia+2
Su actitud antes de entrar al octágono no es de duda, sino de certeza: sabe (o al menos cree con convicción) que va a ganar. Esa certeza lo libera de pensar demasiado; le permite actuar, ejecuta con decisión, sin vacilaciones. Cuando alguien se convence internamente de que va a ganar —no por arrogancia, sino por convicción— su cuerpo lo acompaña: músculos, sistema nervioso, energía, todo en modo ejecución, no en modo miedo.
Karsten Warholm — transformar la presión en potencia inmediata
Warholm, recordman mundial de 400 vallas, ha declarado que ama “la presión y los nervios” antes de competir: esa activación para él no es un problema, es una señal de que está vivo, que está donde tiene que estar. Esa activación se convierte en enfoque, en potencia, en “modo ejecución total”. Esa actitud transforma lo que para muchos es ansiedad en combustible puro. Ese nivel de conversión mental-fisiológica es exactamente lo que diferencia al que compite desde la duda del que compite desde la convicción.
4. Semana Previa: cómo cultivar convicción y preparar tu sistema
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Respiración consciente diaria (8–10 min): activa el nervio vagal, ayuda a regular el sistema nervioso, reduce la reactividad innecesaria.
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Visualización funcional con convicción: imagina tus momentos clave: cuando la presión se dispara, cuando aparece la fatiga, cuando todo depende de tu control. Mentalízate no con dudas, sino con certeza de que administrarás la exigencia.
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Diálogo interno operativo y confiado: reemplaza pensamientos de miedo por frases de convicción: “Estoy preparado. Confío en lo que he trabajado. Es mi momento.” Esa convicción interna envía señales de seguridad a tu sistema nervioso. En el calentamiento, utiliza tus mantras mentales.
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Rutina estable — sin sorpresas: el cuerpo y la mente necesitan estabilidad en los días previos para optimizar reparación, recuperación y estabilidad emocional.
5. Día de Competición: pasa a modo ejecución con convicción
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Activa tu cuerpo primero, ajusta tu mente después: un calentamiento progresivo prepara tu sistema fisiológico para responder.
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Cierra el foco: antes de competir, reduce el ruido mental. Concéntrate en sensaciones, en autoconfianza, en tus instrucciones clave internas.
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Diálogo interno claro, directo, de convicción: usa frases simples pero poderosas: “Ejecuto.” “Confío.” “Aquí y ahora.”
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Acepta la activación: esas hormonas que recorren tu cuerpo no son señal de caos; son tu cuerpo alineándose para rendir. No las reprimas: canalízalas.
6. Conclusión: la presión no es tu enemigo — es tu aliada convertida
La confianza no es un detalle psicológico: es un detonante fisiológico que condiciona cómo vas a rendir.
Cuando confías en tu preparación, tu sistema nervioso interpreta la situación como un reto, no como una amenaza. Ese simple cambio mental modula hormonas clave: desciende la activación de la amígdala, se regula la secreción de cortisol, aumenta el control prefrontal y la adrenalina se utiliza de forma más eficiente.
En otras palabras: tu cuerpo trabaja a tu favor.
Te mueves con menos tensión, respiras mejor, tomas decisiones más claras y gestionas mejor la energía. La confianza no te hace más fuerte por arte de magia: te hace más eficiente, más estable y más capaz de sostener el rendimiento en momentos de exigencia.
Por eso los pensamientos previos importan tanto. No son decoración mental: son señales directas para tu fisiología. Si tus pensamientos anticipan fallo, tu cuerpo entra en modo defensa. Si anticipan control, tu cuerpo entra en modo rendimiento.
Esa es la verdadera clave:
no eliminar la presión, sino llegar al momento decisivo con una confianza funcional, capaz de ordenar tu fisiología para que expreses el trabajo de toda la temporada justo cuando lo necesitas.
La diferencia no es solo mental: es hormonal, neuromuscular y profundamente real.
Octavio Pérez — Preparador físico especializado en alto rendimiento
Como preparador físico, ayudo a atletas, opositores, triatletas, atletas híbridos y corredores de montaña a transformar su entrenamiento en rendimiento real.
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👨🎓 Licenciado en Ciencias de la Act. Física y el Deporte.
✍️📖 La Preparación en el Corredor de Montaña.
✍️📖 Mis Primeras Zancadas.
👟 Entrenador y fundador de Sky Runners Kenia.
👟 Preparador físico profesional desde el 2004.
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🥇 Campeón del mundo 800 y 4x400m.
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🥇Recordman mundial 4x800m.
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Testimonios sobre Octavio Pérez
