Nuestro protagonista de hoy es Fabián Enguix De Cubber, nacido en Meaux (Francia) pero residente en Xàtiva (Valencia). Un trotamundos cuya profesión es técnico en construcción y obra civil (aunque la situación del país hace que, como muchos, no pueda ejercer en este momento), y cuya pasión tiene nombre: EL DEPORTE. Porque si pasa un día sin practicarlo «estoy ansioso, me falta algo».
Siente afinidad por los deportes de contacto (boxeo, kick boxing, taekwondo, vale tudo…), pero si hay un deporte que le satisface es aquel en el que acaba agotado debido al ingente esfuerzo realizado: el triatlón. Además asegura que antes realizaba mucho fitness, y que ahora lo emplea para tonificar y perfeccionar sus entrenamientos. Hace tan solo 3 meses que está a las órdenes de Octavio, pero su progresión es vertiginosa. Es lo que se consigue cuando se tiene al deporte como un estilo de vida: «Relax total, desconexión, esfuerzo, positividad, recompensa, satisfacción, mejora…». Se interesó en contactar con el míster, al cual le avala su reputación y su experiencia al frente de otros tantos deportistas, y asegura que « cada día con él es un aprendizaje. Lo que más refleja en su forma de ser es la constancia y el sacrificio que tiene en lo que le gusta».
Su historia no tiene desperdicio. Todo empezó por un amigo, Manuel Luna, y por la insistencia a la hora de pedirle que le acompañara en alguna carrera. Fabián dudaba, porque hace unos 8 años sufrió 5 neumotorax espontáneos, y ni se le pasaba por la cabeza el realizar un esfuerzo de tales dimensiones. No obstante, siempre le ha gustado el sacrificio y la capacidad de superación es algo que lleva por bandera, y por ese motivo en julio del año pasado acompañó a su amigo a l’assut d’Antella para hacer 750m a nado. «A partir de ese día me enganche sin darme cuenta, me compre la bici y empecé a entrenarme». Ahora, con varios triatlones a su espalda, asegura que las tres modalidades le apasionan porque en cada una encuentra su recompensa cuando ve la mejora que producen las sesiones de entrenamiento.
Su primera carrera fue un duatlón en Benifaió en la que se cayó de la bici a la hora de hacer la transición en ella para ponerse a correr. Pero si bien sufrió alguna caída, terminó muy contento al conseguir acabar la carrera en un tiempo que, según le dijeron, era bueno tratándose de la primera carrera. Y se enganchó, como si la primera gota de sudor que se desprendía de su cuerpo llamase a las demás a unirse a ella, sintiéndose más vivo a medida que el cansancio iba haciendo mella y que avanzaba metros. Y si hay una carrera que recuerda, esa es la del Triatlón de Xàbia, porque «era mi primer olímpico, fuerte viento y marejada». Su compañero le comentó que tardarían unas tres horas debido a las condiciones meteorológicas, pero para su sorpresa, Fabián cruzó la línea de meta en 2 horas y 17 minutos: «No hay explicación a todas las sensaciones que tuve en el momento que vi el marcador».
Se prepara entrenando entre hora y media y cuatro horas al día, marque lo que marque el reloj, porque cuando se trata de algo que te gusta el tiempo se saca de donde haga falta. Al final aunque lo pase mal en el agua por el agobio que le provoca estar rodeado de tanta gente, la recompensa que se tiene al cruzar la línea de meta y sentirse más grande que cuando emprendió la salida hace que todo valga la pena. Entrenamientos en los que se habla a sí mismo para darse ánimos y ayudarse a dar el siguiente paso, como si no estuviera cuerdo. Y en verdad está loco, pero loco por seguir avanzando y rompiendo barreras que otros dicen que son infranqueables.
Sueña con terminar un Ironman, y para ello escucha con atención a aquellos que llevan años compitiendo en las modalidades que ahora él mismo practica, pero hasta que llegue ese momento se conforma con ir mejorando carrera tras carrera, y poder seguir sintiendo ese dulce dolor que se produce cuando se agarrotan los músculos por el cansancio. Todo empezó con una insistencia, y lo único seguro es que si sigue insistiendo en sus sueños lo más probable es que terminen haciéndose en realidad, porque como a él mismo le gusta recordarse: «No hay nada imposible».
José Luis Lagardera. Jefe de Prensa de Octavio Pérez
Preparador Físico. Ldo. en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Especialista en Alto Rendimiento.
Autor de la «Preparación en el Corredor de Montaña» y de «Mis Primeras Zancadas»
Colaborador-experto del programa “A la Carrera de La 2 de TVE” Conferenciante y docente en Alto Rendimiento.
Creador de OP Training Platform, aplicación a la vanguardia de innovadores sistemas de trabajo en ciencias del entrenamiento. Director en «1000km contra la leucemia» y fundador de «Apadrina un Sedentario»
Campeón del mundo máster 800m.
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