«Más vale tarde que nunca». Hoy encarnamos este conocido dicho popular en una persona que nos demuestra la verdad que esconde: Jaime Ortuño. Un hombre que a sus 48 años ha decidido demostrarle al mundo que la edad no importa, y menos a la hora de hacer deporte y superarse. Jaime dirige una asesoría, y a parte regenta restaurante y una heladería en la localidad alicantina de Jávea, pero con todo esto y su vida familiar, todavía dispone de tiempo para practicar deporte, una faceta que siempre le ha gustado pero a la que nunca se había dedicado seriamente:

«Cuando hice la instrucción de la mili, me mandaban correr, y era un verdadero desastre… siempre llegaba agotado. De joven practiqué algo de Judo, pero no seguí con ello.  Los último años, me dedicaba a jugar al squash un par de veces por semana… ( y me sentía deportista… vaya tela)».

Lo del running le viene desde hace unos quince años, pero asegura que tan solo se reducía a salir a trotar y nunca a mejorar los tiempos. No obstante todo cambió hace un par de años, cuando Jaime sufrió un serio problema de salud, el cual le hizo replantearse muchos aspectos de su vida:

«Madre mía, ¡pero si hay un montón de cosas que me gustaría hacer! Tengo que aprovechar el tiempo y hacer lo que me gusta».

Jaime en el triXabia

Por eso en septiembre del pasado año se apuntó al Triatlón de Valencia en la distancia super-sprint, decidido a cambiar sus hábitos ye enfrentarse a un mundo desconocido para él; una carrera que pensaba que era lo más complejo del mundo -ahora se ríe de ello-. ¡Tenía que conseguir aquello que nunca había hecho! Sentir que podía romper barreras y descubrir nuevas sensaciones. Pero toda preparación necesita de colaboración de un mentor que te ayude a avanzar por el sendero de tus metas: «Todo ello me hizo abrir los ojos y lanzarme a por el reto de conseguir una buena condición física… y ¿quién mejor que Octavio?». No hace mucho tiempo que trabaja junto a él, pero el míster le ha cambiado la vida y está consiguiendo, siempre gracias al sacrificio de Jaime, que los tiempos vayan bajando a un ritmo vertiginoso:

«Una vez empezado con Octavio, recuerdo como si fuera ahora, el primer día de entrenamiento, que era hacer 5 kms corriendo… y volví a casa andando… no podía con mi alma…..Mi primera carrera “oficial” fue una que hicieron en el Grao de Gandia a principios de Diciembre… y que decirte… menudo desastre de tiempo ( a 5:58), pero la terminé.  La última que he hecho, ya rodaba a 5:12. Muy contento, pero cada vez queremos más, y yo tengo entre ceja y ceja lo de llegar a 4:30 «.

Porque un buen deportista es como un plato elaborado de los que se sirven en el restaurante de Jaime, requiere de mucha paciencia y mucho esfuerzo; conseguir trabajar todos los ingredientes para que salga un buen resultado final, ya sea la presentación de la comida, o el cumplimiento de un objetivo deportivo. Y de eso sabe mucho nuestro protagonista, porque día a día se siente mejor en este mundillo, más contento porque ve como se van logrando los objetivos que se ha estado marcando y cómo  a medida que sube su ritmo bajan sus tiempos, algo que antes le era impensable.

El deporte ha sido capaz de inculcarle un bienestar físico que nunca antes había alcanzado, y además asegura que no solo le sirve para estar más a gusto con su cuerpo: «una de las cosas que más me gustan del deporte es el bienestar psicológico que me provoca, porque me ayuda muchísimo en mis tareas diarias» . Y por eso sus aspiraciones ya no se limitan, como en un principio, a sentirse bien y mantener el equilibrio físico y mental, ahora incluso se atreve con plantearse algún objetivo concreto: «puedo aspirar, por ejemplo, al Olímpico de Valencia, o llegar a competir en un maratón de montaña, sería todo un logro». Mientras tanto disfruta «como un chiquillo» de los entrenamientos que realiza, alternando el running con la bici o la natación, aunque no quita que haya días en los que, como buen deportista con afán de superación, termine hecho polvo:  «Hay de todo; hay días que son muy amenos, pero hay días, como por ejemplo las series, te dejan totalmente destrozado, pero a la larga se nota, y mucho».   

 

No hace falta ser un campeón de España o un deportista de élite para tener una gran historia que contar. La de Jaime es sin duda, fascinante, porque vio en uno de los momentos más duros de su vida la oportunidad de cambiar, de sentirse mejor consigo mismo y de tener una mejor cara ante la vida. Hoy Jaime compite contra si mismo, y se esfuerza día tras día en conseguir terminar las carreras en el menor tiempo posible, y aunque de momento lo haga lejos de los puestos de cabeza,  sabe que la carrera más importante de la vida ya la ha ganado: la de la superación.

 

Jose Luis Lagardera. Jefe de Prensa de Octavio Pérez

Octavio Pérez

Octavio Pérez

Preparador Físico. Ldo. en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Especialista en Alto Rendimiento.
Autor de la «Preparación en el Corredor de Montaña» y de «Mis Primeras Zancadas»

Colaborador-experto del programa “A la Carrera de La 2 de TVE” Conferenciante y docente en Alto Rendimiento.

Creador de OP Training Platform, aplicación a la vanguardia de innovadores sistemas de trabajo en ciencias del entrenamiento. Director en «1000km contra la leucemia» y fundador de «Apadrina un Sedentario»
Campeón del mundo máster 800m.

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