Os cuento un pequeño secreto, aunque soy una persona que me marco retos y hago todo lo posible e imposible por hacerlos realidad, aunque intento mantenerme motivado constantemente, también tengo días de debilidad, días en los que me cuesta un mundo calzarme las zapatillas y salir a entrenar. Hay veces que me quedaría muy a gusto en casa leyendo o viendo mi canal preferido de TED. Sin ir más lejos al regresé de Australia del campeonato del mundo master de atletismo 2016, durante varias semanas me ocurrió prácticamente todos los días, sin embargo, ese mismo año terminé realizando mi mejor marca en 800m master de pista cubierta.
Y ahora, os explico la estrategia que utilizo para vencerme a mí mismo y cumplir con lo pactado. Cuando todo me invita a no entrenar y la desgana me intenta doblegar, me digo a mi mismo: «venga, ponte las zapatillas y simplemente vamos a hacer un entrenamiento muy suave, rodamos lentos y dependiendo cómo te encuentres ya decidimos si cumplimos con el entreno programado o soltamos un poco las piernas y volvemos a casa» y hasta que salgo de casa a entrenar me pongo en «modo automático» es decir, no le doy vueltas, ni pienso mucho, simplemente me pongo las zapatillas y salgo a rodar a un ritmo muy cómodo. Generalmente, a los 10 minutos empiezo a entrar en calor y todo empieza a ser diferente, no solo a mis músculos les llega oxigeno, también mi cerebro se oxigena y mi motivación aumenta progresivamente, aproximadamente en un 70% de las veces termino cumpliendo con lo programado, un 30% hago un entrenamiento similar pero un poco más suave, pero en el cien por cien de las ocasiones, cuando vuelvo a casa me siento orgulloso de mí mismo, pese a tener ganas cero le echo coraje y entreno.
Los días en que la desmotivación se intente apoderar de tu voluntad, utiliza esta estrategia para engañar a tu cerebro, piensa que lo verdaderamente costoso es romper la inercia, es decir, el hacerte la mochila e irte al gimnasio, o cambiarte y ponerte las zapatillas de entrenar, es mucho más difícil que el entrenamiento en si . Por tanto esto es lo que debes hacer: ponte en modo automático, cuando menos vueltas le des menos autoexcusas te pondrás, sitúa el listón de exigencia muy bajo, si te tocan 12Km de carrera a ritmo medio, piensa que vas a correr solamente 7km a ritmo suave, pero sal y entrena, y cuando hayas calentado decide si acortar el entreno o terminarlo, ya verás como la gran mayoría de ocasiones cumples con lo pactado y vuelves a casa con una gran sonrisa. Te garantizo que cuando salgas de la ducha siempre pensarás que ha merecido la pena tu esfuerzo.
Los días de desgana en los que finalmente le echas huevos y entrenas son los más valiosos, sencillamente porque apuntalan el doble a tu confianza y son un chute de motivación brutal.
Octavio Pérez.
Preparador Físico. Ldo. en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Especialista en Alto Rendimiento.
Autor de la «Preparación en el Corredor de Montaña» y de «Mis Primeras Zancadas»
Colaborador-experto del programa “A la Carrera de La 2 de TVE” Conferenciante y docente en Alto Rendimiento.
Creador de OP Training Platform, aplicación a la vanguardia de innovadores sistemas de trabajo en ciencias del entrenamiento. Director en «1000km contra la leucemia» y fundador de «Apadrina un Sedentario»
Campeón del mundo máster 800m.
Testimonios sobre Octavio Pérez
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Preparador Físico. Ldo. en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Especialista en Alto Rendimiento.
Autor de la «Preparación en el Corredor de Montaña» y de «Mis Primeras Zancadas»
Colaborador-experto del programa “A la Carrera de La 2 de TVE” Conferenciante y docente en Alto Rendimiento.
Creador de OP Training Platform, aplicación a la vanguardia de innovadores sistemas de trabajo en ciencias del entrenamiento. Director en «1000km contra la leucemia» y fundador de «Apadrina un Sedentario»
Campeón del mundo máster 800m.
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